La asociación
Dermatológica americana hace años que viene aconsejando que nos protejamos con
un bronceador de al menos SF15. Los casos de cáncer de piel aumentan exponencialmente.
Aplicar un bronceador ya no es suficiente protección.
La incidencia de
cáncer de piel puede evitarse en un 90 % de los casos con una buena protección
solar.
Si
un niño se quema al sol,
la probabilidad de que desarrolle
un melanoma es de
más del 50 %.
Además de aumentar la incidencia de cáncer de
piel, el sol causa arrugas y manchas de pigmento que dan un aspecto envejecido
a la piel. Aplicarse una protección, es pues imprescindible aunque también es
importante saber qué ingredientes debe llevar.
Escoge una crema
bronceadora con un filtro UVA y UVB. El número de ‘SPF’ (sun protection factor
/ factor de protección solar) se refiere al filtro UVB.
No es necesaria
la aplicación de un factor alto. Un factor 15 protege contra un 93 % de los
rayos solares, uno de 30 contra el 97%. La protección 100 % no existe. Los
productos con un alto factor de protección son bastante más caros y más grasos
y con ello su aplicación es menos fácil y se suele aplicar con menos
frecuencia. Mejor una crema de factor más bajo que sea agradable de aplicar y
se absorba fácilmente.
Si pasas horas al
sol, procura renovar la aplicación de tu bronceador al menos cada 2 horas.
Aplícate
suficiente producto. Para que tengas una idea de cuánta crema hay que aplicar,
se indica:
*cara: media
cuchara de producto
* brazos y piernas: 4 cucharadas de producto
*cuerpo: 2 cucharadas de crema
De esta forma tu piel queda protegida adecuadamente del sol.
Es más recomendable utilizar un envase normal que uno en spray ya que la
cantidad que aplicamos con el spray suele ser insuficiente. También debemos
tener en cuenta que en el caso de los niños, es probable que al respirar les
penetre parte del producto que estamos vaporizando, lo que no es recomendable.
Evita productos
que lleven perfume ya que puede irritar la piel, sobretodo en combinación con
la exposición al sol. Los perfumes pueden propiciar un envejecimiento prematuro
de la piel y la aparición de manchas de pigmento.
Los filtros
solares que llevan óxido de zinc son muy recomendables. Para los niños y personas con la piel delicada las
cremas que dejan una capa blanquecina son las más indicadas.
Esta capa blanca
es la que evita
que los rayos solares dañen la piel.
No te olvides de
protegerte también con gafas de sol, un
sombrero o ropa clara. La exposición al sol nos beneficia a todos siempre que
sea de forma responsable. ¡A disfrutar del buen tiempo!
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