La creencia de que correr aporta mejores resultados que andar es bastante extendida. No obstante, hay algunas ventajas en la práctica de andar habitualmente.
Ha quedado demostrado que andar es tan efectivo como
correr en cuanto a los beneficios que aporta a nuestra salud.
Andar o practicar el senderismo baja el riesgo de sufrir hipertensión, el índice de colesterol y la diabetes.
Además, andar castiga
mucho menos las articulaciones que correr. La acción de correr impacta mucho más en rodillas, caderas, tobillos, etc., lo que puede acarrear consecuencias en las
articulaciones al cabo de los años.
Todos sabemos que el ejercicio es una parte
vital para un estilo de vida saludable. Piensa que con tan sólo andar 30
minutos al día ya vas a notar mejoría en tu salud.
No dudes de su efectividad y empieza a moverte: siempre es mucho mejor que quedarse sentado en el sofá.